La implantología fue uno de los grandes descubrimientos de los últimos 30 años. A partir de la presentación del Dr Bränemark en 1982 en el Congreso Mundial de Toronto, comenzó a desarrollarse en forma creciente, con niveles de éxito elevadísimos del 96 a 98% en los mejores centros odontológicos.
Durante muchos años, la implantología se ha caracterizado y afianzado con protocolos estrictos, con cuatro indicaciones clásicas: coronas, puentes, híbridas y sobredentaduras. Hoy con una aplicación más masiva y avanzando continuamente en el planeamiento y diseño de prótesis de preferencia atornilladas (Capítulos 1 al 5).
Existe un avance científico que está manifiesto en este libro. La implantología ha crecido como ciencia, avanzando dentro de la odontología general, donde existen maniobras que van perdiendo vigencia (apicectomías, radectomías, hemisección, etc.). Puentes y coronas están perdiendo progresivamente su posición dominante en la odontología restauradora, y algunos autores consideran la implantología como la tercera dentición (Capítulo 6).
Pero este avance en el campo odontológico reemplazando terapias caducas, también se produce intrínsecamente como especialidad aumentando sus indicaciones o prestaciones habituales, utilizándose actualmente como anclajes ortodónticos y también como coadyuvante y retenedor de prótesis parciales removibles (Capítulo 7).
Las situaciones de carencia de tejido óseo que inicialmente eran una limitación para las rehabilitaciones implantológicas, pueden ser solucionadas mediante técnicas de injerto (Capítulo 8).
La rehabilitación de pacientes oncológicos es otra muestra de este avance, dando asistencia y mejorando funciones básicas de masticación, fonación y deglución, además de elevar la autoestima (Capítulo 10).
También comprobamos el avance y crecimiento, cuando la terapia implantológica constituye la primera indicación para tratar las agenesias y retenciones de piezas dentarias (Capítulo 12).
Las situaciones poco comunes o frecuentes llamadas situaciones de compromiso, también pueden ser asistidas por la implantología (Capítulo 11).
La carga inmediata de los implantes también ejemplifica el avance de la implantología. Si bien hace unos años que viene profundizándose esta técnica, hoy se puede saber qué situaciones son más favorables para su aplicación y como desarrollarla (Capítulo 13 y 14).
La implantología también capitalizó muchos avances tecnológicos, en el diseño de los implantes, tratamientos de superficie, materiales de restauración, elaboración de prótesis por sistemas CAD/CAM, etc. Así encontramos restauraciones estéticas libres de metal realizadas en zirconio, que se mimetizan perfectamente con las piezas dentarias (Capítulo 9).
Los altos niveles de éxito de la implantología deben mantenerse, para lo cual es fundamental conocer las causas de fracasos para minimizar el margen de error (Capítulo 15).
Los quince capítulos de este libro manifiestan el Avances en implantología, con una introducción teórica y la justificación con casos clínicos desarrollados del principio al fin. Se transmite una perspectiva actualizada de la implantología con énfasis en la prótesis sobre implantes, que permitirá a los profesionales seguir técnicas probadas que mejorarán su práctica cotidiana.
Con el paso del tiempo y este avance constante al que se hace referencia, ciertas técnicas, conceptos o materiales aquí enunciados pueden caducar o bien ser superados por otros más modernos.